Hoyo de Monterrey Hermosos Nº 4 Añejados

Color colorado hacia el maduro, capa sedosa, sin venas ni irregularidades. Leve aroma a tabaco en frio.

Lo enciendo con soplete muy rápidamente y lo abro con sacabocados que forma un agujero en el centro .

Este puro es como una sinfonía en tres movimientos, el primer tercio es un “alegro” en forma de introducción, entra con un carácter medio a fuerte que sorprende, tiro y humo excelentes, el humo es abundante, denso y bastante cremoso. Da sabores muy variados pero limpios y definidos como la madera fina con tostados, cítricos, pan horneado, y va desarrollando especies y flores y sensaciones terrosas. A medio movimiento el humo ya es abundante denso y cremoso. La ceniza grisácea que forma círculos concéntricos es blanda y cae con facilidad. ¿El scherzo de la 9º de Beethoven?

Acabado al primer movimiento entre en juego el “lento”. Ahora todo es suave y tranquilo, si bien el tiro y el humo siguen igual de excelentes, la fuerza disminuye de forma notable y pasa a medio, los sabores se entremezclan, como los temas musicales, que van , vuelven y nos acompañan produciendo una sensación de bienestar y de paz. ¿Por que será que me recuerda la cuerda y el arpa del Adagietto de la 5ª de Mahler’

Y termina la sinfonía con un allegro con fuoco, como podrían ser la vibrantes notas de la 9º de Dvorak, o algo de Sostakovitch, como la apoteosis final del 4º movimiento de la 7º, vibrante, tensionado, con gran fuerza, poderoso. Sabores muy complejos y de difícil alcance con un punto de dulzor, apoteosis que llena la habitación de un humo denso y cremoso.

En fin, no hace falta decir que me ha entusiasmado. Puro sinfónico. Un 9

 

Buena tu reseña y alejada de las que habitualmente podemos leer en el foro, diría que me parece una reseña "sinfónica", je je... en todo caso, sorprende que hayas encontrado esta fortaleza en un Hoyo aunque siendo de la linea "Añejados" quizás se aleje de las características habituales que suele ofrecer esta marca.
Gracias por tu tiempo y por dejar tu opinión.

 

.- Gracias Sunchance. cierto que por momentos no parecía un Hoyo. A ve si alguién lo ha catado y confirma mi opinión.

.- Gracias Jordi. ... Y la opera, sobre todo la opera ¡¡. El mayor espectaculo del mundo.

 

Gracias por la cata Federico, se nota que es una combinación de dos de tus pasiones.

Saludos.

 

Muchas gracias por la cata, me pareció muy original la comparación con la música.
Compré un par de éstos puros debido a los buenos comentarios plasmados por nuestro compañero @ergoofy, uno lo fumé con un par de meses de reposo y el otro lo guardo en mi humidor. Me pareció un Habano excelente, y sí, con sabores más definidos que un Hoyo de Monterrey "normal".
Pregunto a los compañeros más experimentados: ¿Al ser un cigarro añejado, va a ganar algo con guarda en el humidor? ¿O vale la pena simplemente estabilizarlo un par de meses?
Saludos afectuosos desde México.
Minero

 

Nombre Vitola: Añejados
Marca: Hoyo de Monterrey
Formato: Hermosos
Longitud: 127 mm
Cepo: 48
Origen: Cuba
Capa: Cuba
Capote: Cuba
Tripa: Cuba
Presentación: Caja de 25 unidades



Uno más en la lista de los habanos Añejados, que acompaña al Montecristo Churchill, Romeo y Julieta Pirámides, y el Partagás Corona Gorda, el Hoyo de Monterrey Hermoso No. 4 forma parte de este clan. Es un cigarro que sin esa anilla que dice Añejados bien podría ser cualquier cigarro, aunque por su precio uno tiende a esperar que efectivamente tenga un plus. El precio es de unos $14, lo cual supera en casi $4 el precio habitual para un cigarro de esta vitola y este origen.



En términos de apariencia, la textura es bastante gruesa y opaca, carente de brillo y con irregularidades en todo su tamaño. No es un puro muy rígido tampoco, mostrando ciertas secciones esponjosas y un muy ligero box press. Los aromas antes del encendido son de bosta, paja, canela, cuero y tierra, mientras que la calada en frío destaca aromas de granero, tierra, nuez moscada, maní, pimienta y una nota floral muy sutil.



En general me hubiese encantado gozar de más tiempo tanto para fumar el puro como para escribir esta reseña, pero durante las últimas dos semanas lo que más me ha faltado es tiempo. Desde la primera calada el HdM tiene un sabor medianamente fuerte de madera y cuero como sabores principales, muy al estilo de los habanos tradicionales. Tiene algunas notas dispersas de cereal, chocolate, paja, tierra y nueces, pero en verdad ninguno de esos, ni siquiera los principales, son sabores fuertes. También se le siente un toque dulce en los labios, que puede ser definitivamente un producto secundario de ese añejamiento. La línea de quemado es perfecta, aunque el tiro varía entre caladas, al menos en este punto inicial.



En la mitad de este primer tercio también se le siente un toque de pimienta, muy sutil y muy fugaz. El final en cada calada es de puro cuero. La verdad es que ese tema de que sea un habano, que sea añejado y la marca me crearon una expectativa bastante grande, esperando que me iba a fumar un purazo... no es un puro malo, eso no lo voy a decir, pero esperaba mucho más sabor y mucha más intensidad, que ciertamente no está presente en este cigarro.



Final del primer tercio y el sabor comienza a derivarse y transformarse en algo más profundo y más rico, adquiriendo un sabor como de parrilla, de las buenas que incluyen carne, leña y mucho sabor, y ciertamente son pocos los cigarros que he fumado que incluyen este sabor, así que ya estoy cogiéndole más respeto al habano. Entre los otros sabores se le siente grama (césped), café, cacao, cuero y tierra. La construcción del cigarro se mantiene igual, pero esta imagen es lo más largo que pude contener la ceniza. A partir de aquí no se aguantó más de 2-3 centímetros y se caía muy fácilmente.



La intensidad del tabaco aumenta un poco a partir de la mitad, pero lo que hace es fijarse en media, contando que hasta el momento venía saltando de suave a media. El cigarro mejora su complejidad y se hace sabroso, con ese sabor de parrilla tan diferente, mientras que el aroma de nuez moscada y clavo del principio finalmente aparece y le da forma a ese sabor dulce del principio. Sin duda el segundo tercio es exponencialmente mejor que el primero, el tiro ha mejorado bastante también con una cantidad de humo considerable y mucho sabor en cada calada.



En este último tercio el toque de pimienta y el de parrilla prácticamente desaparecen. Son reemplazados por un poco de madera, cuero, tierra y grama, pero no llegan hasta el punto de intensidad que mantenía llegó a mitad de habano, es demasiado delicado para poder afirmar que alguno de esos sabores dominan el tercio y mucho menos el puro. La línea de quemado sigue siendo excelente y la ceniza sigue sin durar mucho tiempo sobre el puro.



El cigarro termina sin mucha pena ni gloria, sin presentar sabores nuevos y con un tiro que empeoraba constantemente. Lo fumé prácticamente hasta quemarme los dedos, y en los últimos centímetros fue cuando desarrolló un poco de nicotina. Catalogo al cigarro como 'bueno', pero solamente logró impresionarme una vez, con ese sabor de parrilla, mientras que durante el resto de la fumada se trató de un cigarro con sabores sutiles y muy dentro del espectro de un cigarro normal. También, los sabores no dejaron de ser suaves durante toda la fumada, lo cual me hace pensar que por un precio de $14, este cigarro no lo vale tanto. El tiempo total de fumada alcanzó los 75 minutos.

 

Muy buena cata y fotos...

Los matices suaves son una constante en prácticamente todos los puros habanos añejados..
El buscar contundencia, entonces, serìa un error, desde el momento que al añejarse,
el tabaco atenúa lo mas intenso de sus aires jóvenes, y deja entrever entonces las sutilezas, los matices secundarios y terciarios,
que generalmente no son tan fáciles de percibir cuando es fumado sin dicho añejamiento.

Debemos tener en cuenta esto cuando fumamos un cigarro añejo...

Alguna vez hablamos de este tema de los matices en los habanos añejados con el querido Ariel, refiriéndonos a que en los añejados
nos encontrábamos con "el fantasma de un puro", algo así como que los matices clásicos del puro, según la Casa que fuese,
seguían existiendo, pero mucho mas atenuados y suaves...
A la vez, ello nos permitía degustar los otros matices que normalmente suelen perderse por la intensidad de un habano no añejado.

Entonces, hay que situarse...

No se le puede pedir correr toda la cancha a un jugador en un partido de veteranos, o bien un despliegue propio de su juventud...
Màs si, se puede disfrutar de algún lujo, alguna picardìa, alguna magia que suelen siempre tener dichos jugadores y que nunca se pierde...

Y siempre hay que fumar varios y en diferentes momentos... No se puede juzgar a todos por uno solo...

Recordemos esto cuando fumemos un puro de edad...

 

Hay que decir que a medida que un puro madura con el tiempo no necesariamente le sabe mejor a un fumador dado.
Un puro Joven es "punzante", un puro en la primera maduración es "aromático", en la segunda maduración es "clásico y elegante" y en la tercera maduración es "etéreo". Estas son virtudes absolutamente distintas de un gran puro y no se pueden comparar.
Cuando los habanos envejecen sencillamente se tornan diferentes.
Cuál es mejor depende de los gustos personales. Y a la hora de los gustos personales, pueden haber cambios en cualquier momento.
Fuente: Enciclopedia Habanos Post Revolución, Min Ron Nee.