Don Pepin Garcia Series JJ - Sublime (Toro)

El primer lanzamiento de Don Pepin García bajo su propio nombre, originalmente lanzado en 2005 y, por lo que he podido descubrir, no es fácil de conseguir. Solamente salen unas 300 cajas al año. Me lo recomendó una persona que abrió una tienda en Venezuela y tenía este como producto muy exclusivo. Las dos Jotas vienen de los nombres de Pepin y su hijo: José y Jaime. Es un cigarro bastante voluminoso con apariencia rústica, muchas venas y textura rugosa.



Apenas lo pico siento aromas de crema, cacao, pimienta, madera, cuero y frutas. Viniendo de My Father, no es sorpresa y las ganas que tengo de encenderlo son brutales, así que no espero mucho. Comienza con un toque dulce, humo abundante y la típica pimienta de Garcia que me quema la nariz y la punta de la lengua. Me cuesta definir qué es el sabor afrutado, pero parece una mezcla de cerezas con limón... pienso que estoy demasiado exquisito con este tema de sabores, así que lo dejo un momento y me pongo a revisar mi teléfono y a sentir un sabor de chocolate oscuro también. Es abundante.



Mientras lo dejé descansar, me aproximo al primer tercio y los sabores siguen ahí: cacao, café, cáscara de limón, madera, cuero e insisto con la cereza. Aparece un toque cremoso y esta bomba de sabores continúa explotando en mi paladar, con un toque de pimienta. He visto personas que diferencian entre pimienta verde, negra, roja y blanca... yo no llego a tanto, pero sí siento un toque tostado, como de nueces.



Pasado ese primer tercio, hay una reducción considerable de la pimienta que permite apreciar mejor los otros sabores. La ceniza es firme, lo cual normalmente significa que me la voy a echar encima pronto, pero continúo disfrutando de este gran tabaco y agradeciendo al dueño de la tienda que me lo recomendó, y apreciando los detalles de la anilla: tiene por un lado la bandera de Cuba con un escudo (algún símbolo de Cuba?) y por el otro la bandera americana, con la estatua de la libertad. Es un tabaco nicaragüense, pero celebra a otros dos países.



Llego a la mitad del tabaco sin mayores objeciones, la pimienta viene y va, bastante esporádica, lo cual ayuda a sentir más y menos sabores de vez en cuando. La nicotina sí es algo que se le siente fuerte, pero no opaca ningún otro sabor.



Este tabaco es una de las mejores muestras de My Father (aunque por ahí viene el Le Bijou 1922), no tiene sabores sutiles y, aunque tiene una gran gama de sabores, no es un tabaco complejo. De principio a fin es consistente con los mismos sabores y una fuerte carga de nicotina, que es lo que lo diferencia de otros My Father que he probado. Ciertamente el tiempo en el humidor le hará bien, y me lleva a pensar que pasar más tiempo ahí hará que los sabores más suaves mejoren.



El toque de limón me impresionó, pues aunque lo he sentido en otros tabacos, casi siempre ha sido como de fondo... en este tiene un protagonismo superior. Lo más interesante de este tabaco es, como mencioné al principio, que es el primero de García bajo su nombre, y muestra cuánto ha progresado desde entonces. El Le Bijou 1922, por ejemplo, ganó el #1 en el Top 25 de Cigar Aficionado de 2015 y, aunque no me gusta hablar de un tabaco cuando hago reseña de otro, la verdad es que todos los My Father que he probado últimamente han estado buenísimos, y si acaso este lo pondría de último entre esos.

 

Es una lástima. Yo hubiese pensado que a España llegarían más y mejores tabacos que a Venezuela. ¿Les suelen llegar más cubanos que otra cosa?

 

Gracias Diego por esta tu cata...
Creo que describís bien sus matices y su cuasi eterna pimienta....
Y sí, estos tabacos son nicaragüenses y ella esta implícita....
También coincido contigo que esta es una Serie menor comparada con los My Father...